La soprano tapatía Bárbara Padilla regresó a su ciudad natal después de más de 8 años de ausencia, por estar residiendo en el vecino país del norte, donde se dio a conocer internacionalmente a través de su participación en el show televisivo Americas Got Talent, del cual resultó finalista con la interpretación de piezas de ópera.
Días antes del concierto, Bárbara estuvo muy activa en las redes y presentándose en varios medios locales, sin ocultar su emoción por reencontrarse con su tierra y con sus paisanos.
Llegado el día, inició con canciones como “A time for us” de Verdi y “Recóndita Armonía” de Puccini.
El concierto fue muy ameno y el estilo de la artista fue cálido y de interacción con los asistentes, con quienes mantenía charlas entre las interpretaciones, lo cual rompió el hielo de inmediato.
La soprano no estuvo sola, sino que se acompañó de amigos músicos, la pianista Gabriela Zepeda, el tenor Jorge Jiménez, la Orquesta Sinfónica de Londres, a dos de los hijos de Gabriela Zepeda (Mariana y Jorge Hermosillo) y el mariachi Los Vargas.
Temas como “Bésame mucho”, “Amor eterno” y “México Lindo y Querido” provocaron que la audiencia se emocionara por su voz y producción.
La presentación de Bárbara Padilla fue un éxito total y superó las expectativas del público que conocieron más de la ópera y de la cantante, quien se aventura a hacer el cross over, al género pópera e incluso al canto con mariachi, de lo cual está muy orgullosa ya que es parte de su historia personal.
Más de hora y media duró el concierto, pero durará mucho tiempo más el recuerdo de esta excelente presentación en el teatro José Pablo Moncayo.
